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La economía de la frontera necesita ayuda
La economía de la frontera necesita ayuda
Los Tejanos nunca considerarían suspender viajes entre Dallas y Fort Worth o entre Austin y San Antonio con motivo del COVID-19. Hasta en los inicios de la pandemia llenos de incertidumbre y diseminación rápida, Texas solo instituyó una cuarentena auto-impuesta para viajeros que llegaban de Louisiana, pero no una suspensión total de los viajes de rutina entre éstos dos estados.
Los lazos entre las ciudades fronterizas de Texas y sus ciudades hermanas en México, son más profundos y complejos que los ejemplos citados anteriormente. Brownsville y Matamoros, McAllen y Reynosa, Laredo y Nuevo Laredo, Del Río y Acuña y El Paso y Cd. Juárez, están todas unidas por historia, cultura, negocios y familia. Cada una de estas ciudades vecinas son, en efecto, un área metropolitana dividida por un río.
El cruzar la frontera, -en ambas direcciones- es una rutina y continuamente una ocurrencia diaria para residentes que van al trabajo, asisten a la escuela, comen en restaurantes, van de compras, buscan ayuda médica y servicios profesionales y visitan amigos o parientes. Era una rutina, hasta que empezó la pandemia.
El 21 de marzo, los gobiernos de Estados Unidos, México y Canadá restringieron temporalmente los viajes "no- esenciales" a través de sus fronteras. Esas restricciones "temporales" se han extendido subsecuentemente cada mes, el más reciente, el día 19 de octubre con extensión hasta el 21 de noviembre.
Si el concepto "Temporal" parece ambiguo cuando se trata de cerrar la frontera, también lo es cuando se usa el término "esencial". Para alguien que está sentado en una oficina en Washington, D.C., en la Ciudad de México o en Ottawa, viaje esencial puede solo significar el cruce de camiones de carga con productos de agricultura, productos fabricados y otros componentes de nuestra cadena de suministro de América del Norte.
Pero si vives a lo largo de la frontera, "esencial" tiene más definiciones. Significa el mantener abiertos los negocios que están difícilmente sobreviviendo y conectadas a las familias que han sido golpeadas por la crisis económica causada por la pandemia. Significa acceso a los servicios financieros, legales, médicos y otros más. Y significa darles la oportunidad a las comunidades para recuperarse de la pandemia en lugar de exacerbar sus efectos más devastadores, simplemente por la geografía.
En muchas de las ciudades de Texas que son frontera, los cobros por el uso de los puentes internacionales generan una porción muy importante del presupuesto del municipio. Los visitantes mexicanos también aportan una cantidad importante en los impuestos por las ventas locales. El declive profundo de los viajes a través de la frontera ha tenido, consecuentemente, un impacto desastroso en los presupuestos de las ciudades y en la prestación de servicios esenciales que se necesitan ahora más que nunca.
Mientras nos acercamos a la temporada navideña, el impacto del cierre fronterizo va a aumentar. Con los puentes operando por debajo de su capacidad, la migración anual legal de miles de ciudadanos estadounidenses y residentes legales, conocidos como "paisanos", va a complicar el tráfico causando congestiones y aumentando los tiempos de espera para cruzar al salir o regresar al país. Pero el problema más grande es que sin los compradores navideños mexicanos "no-esenciales", los negocios de la frontera, que ya batallan mucho, van a ser devastados. Un reporte de la Reserva Federal en Dallas encontró que los compradores mexicanos son responsables del 40 a 45% de las compras en los comercios de Laredo; 35 a 40% en McAllen y 30 a 35% en Brownsville.
El cierre de la frontera está perjudicando a las ciudades fronterizas y no ayuda a detener la propagación del COVID-19. El Paso y Ciudad Juárez son puntos rojos en la pandemia, a pesar de más de 7 meses de cierre de la frontera para cruces "no - esenciales".
Mientras que la restricción de viajes "no-esenciales" aplica a la frontera, no aplica a los aeropuertos. Si Usted viaja en avión hacia o desde Estados Unidos, no necesita una razón esencial y no se requiere cuarentena. ¿Quiere tomarse vacaciones o ir de compras? No hay problema. Pero si quiere cruzar el Puente Internacional caminando o en automóvil, tiene que cumplir con un número limitado de criterios para viajes esenciales.
Un cierre extenso de la frontera a viajes no - esenciales, además de no ser efectivo para detener la pandemia, causa un enorme daño a ciudades en ambos lados de la frontera junto al Río Bravo. El cierre de la frontera solo ha empeorado el impacto de la pandemia. El reabrir la frontera, especialmente con la navidad tan cercana, les daría a nuestras ciudades fronterizas un alivio económico que se necesita desesperadamente.
Dennis. E. Nixon, Director General de IBC Bank